La meta no es el final

Más de un mes después de completar mi gran reto, me decido a continuar con el blog. Me doy cuenta de que cruzar una meta no es más que el primer paso hasta la siguiente. Había oído decir a muchos maratonianos que la preparación de un maratón comienza en el momentoque cruzas la meta del anterior. Ahora lo entiendo perfectamente. Yo aún no se si prepararé otro maratón o qué haré, pero tengo claro que el cuerpo me pide nuevos desafíos. A partir de Agosto, estaré viviendo en Ann Arbor, Michigan, y tendré difícil repetir el maratón de Madrid el año que viene. Pero definitivamente tengo una cuenta pendiente con esta prueba y antes o después la repetiré. Mientras tanto, tendré que buscarme algo por esas tierras.

Desde mi último post, he arrastrado molestias como consecuencia del esfuerzo, pero aún así he podido correr dos carreras de 10km por las calles de Madrid, la carrera Liberty y la Norte-Sur. Enhorabuena a las organizaciones por dos eventos impecables, con un gran ambiente y una organización sin fallos. Quizá la única asignatura pendiente de estas carreras en domingo por la mañana sea el público, con un recorrido excesivamente vacío para mi gusto.

Pero esta falta de público se ve compensado por los propios participantes. Se nota que cada vez somos más, cada uno con sus propias metas e ilusiones. Por ejemplo, en el autobús de vuelta coincidí con una chica que estaba llamando a todo el mundo emocionadísima para contar que había conseguido terminar, a su ritmo, dentro del tiempo máximo de la prueba. O encontrarme con un amigo en los roperos, orgulloso también de haber terminado su primera carrera popular. Esto es lo que en realidad hace grande a este deporte, las miles de historias personales que hay detrás de cada participante, el afán de superación personal y la posibilidad de cumplir tus metas independientemente del puesto en el que acabes. Por eso cada vez somos más runners. Y cada uno de nosotros tiene motivos para sentirse imparable y buscar nuevas metas.